LOS ANÉLIDOS
Lombriz: Este tipo de lombriz se caracteriza, por ser la más utilizada en competición debido a su gran eficacia. Se caracteriza por tener un cuerpo muy fino y muy alargado de unos 20 cm los más normales. Este cebo es multifuncional ya que le va bien a la mayoría de las especies de arena como las herreras y doradas generalmente. A la hora de encarnarlas no conviene poner una ración pequeña, sino mas bien considerable. Para encarnarla es necesario una aguja bastante fina y recta que se introducirá empezando por la boca, y deslizándola suavemente hasta el final. Si se quiere dividir en varias partes, solo lo tenéis que hacer con la mano una vez ensartada en la aguja. Se usa generalmente de noche debido a que desprenden un aroma que atrae mucho al pescado aunque de día no es un cebo que sea muy vistoso. Dependiendo de la zona de recolecta tendrá unas características olfativas y de textura distintas, por lo que la mejor para pescar es la que se obtiene en la zona donde vamos a pescar.
Rosca: Se trata de un cebo excepcional debido a que sirve para infinidades de especies. Este cebo es ideal para días que esta el agua un poco picada y con fondo arenoso, así como la pesca en fondos mixtos o escolleras. Se puede utilizar tanto de día como de noche debido a su gran vistosidad por el día y su aroma que desprende por la noche. A la hora de encarnarlo conviene ponerse de una sola pieza o partida en dos como mucho, hay que tener en cuenta que es un cebo un poco complicado de encarnar debido a que se parte a veces muy fácilmente. Las especies mas comunes para este cebo son peces de arena como la herrera, dorada, lubina, etc, y todos los de roca como tordos, rascacio, doncellas... Viene presentada en caja de cartón rellena de serrín, o en una mezcla de algodón o celulosa humedecida, en las que incluyen unas 6 unidades aproximadamente.
Tita: Este gusano lo podemos encontrar en muchos tamaños desde 3cm hasta 15cm de largo y hasta 3 cm de ancho, es bastante duro por lo cual lo podemos utilizar y tener la seguridad de que así como al gusano de playa toda la morralla que haya le comerá incluso los cangrejos, a este solo le comerá alguna buena pieza. Lo podemos anzuelar de varias formas aunque la mas usual es hacerlo tiras y con hilo elástico (licra) enrollarlo hasta hacer canutos los cuales al igual que a todos los gusanos lo anzuelaremos con la ayuda de la aguja. Su cuerpo duro y firme aguanta mucho tiempo si deformarse, por lo cual estará siempre como la vez lancemos con el. La tita es un cebo estupendo para especies como la dorada, el sargo, róbalo.
Americano: Lo mismo que ocurre con los peces en nuestro litoral, el gusano americano tiene diferentes nombres según la región en la que nos encontremos, aunque su nombre más popular es americana. Entre las grandes ventajas de este gusano es la de expulsar una gran cantidad de sangre y otros líquidos, soltando así un atractivo aroma bajo el agua, fácilmente detectable por sus presas, en este caso por las nuestras si les pescamos .Su estructura es muy sólida, siendo por ello muy apto para el surfcasting y que además se pueden encontrar en diferentes tamaños, entre cinco y diez centímetros de largo, lo que permite su utilización entero sin trocear, alargando así su vida en el agua sin perder su relativa movilidad .Para clavar este gusano en el anzuelo usaremos como para todos los tipos de gusanos las famosas(agujas) indispensables para la pesca, teniendo cuidado de que el gusano pierda la menos cantidad de sangre posible. Se deben utilizar enteras siempre que sea posible. Hay que esperar a que saque la boca y ese será el momento de clavar la aguja, ya que de lo contrario haremos que pierda bastante sangre
Nota: Este tipo de cebo es también muy conocido entre pescadores. Presenta un cuerpo alargado y de grosor más o menos fino, de un color marrón-gris. A la hora de encarnar es muy fácil de hacerlo, ya que se desliza muy bien por la aguja y se puede dividir en las partes que uno prefiera. Las preferencias para este cebo son de fondo mixto o arena y el estado del agua debe ser en calma o ligeramente picada, realizando un lance a media agua o al rebalaje. Sus características indican que sus mejores peces son las lisas, doradas, lubinas y herreras.
Coreano: Este cebo es muy común entre los pescadores ya que es muy fácil encontrarlo en tiendas y tiene un precio asequible. Se caracteriza por tener un cuerpo robusto de un color marrón-verduzco. Se usa generalmente de día por su gran vistosidad. A la hora de encarnarla, no conviene partirla, ya que si se hace cuando se pone en el anzuelo, resbala y se desprende muy fácilmente, por eso es conveniente meterla entera. En cuanto a las especies que mejor le entran a este cebo se encuentran pescados de roca como sargos y tordos, y otros de arena como herreras.
Cordel: Este tipo de cebo es también muy conocido entre pescadores. Presenta un cuerpo alargado y de grosor más o menos fino, de un color marrón-gris. A la hora de encarnar es muy fácil de hacerlo, ya que se desliza muy bien por la aguja y se puede dividir en las partes que uno prefiera. Las preferencias para este cebo es de fondo mixto o arena y el estado del agua debe ser en calma o ligeramente picada, realizando un lance a media agua o al rebalaje. Sus características indican que sus mejores peces son las lisas, doradas, lubinas y herreras.
LOS CEFALÓPODOS
Los calamares: El calamar no es un cebo local, si no todo un todo terreno que podemos usar en cualquier costa. Casi todos los peces pueden ser tentados con calamar, cortado en laminitas de tamaño variado, el tamaño del anzuelo debe ser siempre proporcional al del cebo y no al de la captura esperada, dado su precio, no resulta habitual emplearlo para especies menores, como la faneca salvo en el caso de la pesca de competición, se emplea más bien para la lubina y otros peces considerables nobles.
La sepia: Los sepias, también llamados chocos, presentan el cuerpo más aplanado y rechoncho, al contrario que los calamares. Muy frecuente en todo tipo de cosas, puede capturarse con aparejo, aunque resulta mucho más sencillo comprarlo, ya que su precio es menos elevado que el del calamar. La carne del la sepia es más dura y resistente que la del calamar y adecuada, por ellos, par emplearla en pescas en las que es preciso lanzar con violencia, entera puede cebar una línea para la cherna, el congrio o para la corvina. La sepia presenta así mismo la ventaja de ser muy resistente a los carroñeros.
El pulpo:Molusco marino y carnívoro, presente en aguas de climas templados y tropicales de todo el mundo. El pulpo se caracteriza por tener un cuerpo blando con un cerebro bien desarrollado y ocho brazos, cada uno de los cuales posee dos filas de ventosas. Como en los vertebrados, los dos ojos grandes y complejos del pulpo tienen cristalino, lo que les proporciona una visión aguda. El pulpo tiene la carne muy dura, incluso correosa por lo que se emplea sobre todo para la presa de peces armadas de fuertes mandíbulas, como el caso de los congrios, corvinas, morenas, meros y dentones.
LOS GASTERÓPODOS
La Lapa: Es un cebo habitual, casi un clásico de los cebos para pescar en la costa. Pero eso no significa que sea el mejor cebo, ni siquiera que sea bueno para un amplio grupo de peces. De hecho, la lapa es más que nada una carnada de urgencia, un animal que está siempre disponible en cualquier punto de nuestras costas, incapaz de escapar y, generalmente, a nuestro alcance. Y, si es cierto que algunos peces picarán a este cebo, también lo es que muchos lo despreciarán, Se pega a las rocas mediante un pie carnoso convertido en ventosa, precisamente la parte con la que encarnaremos. Es quizás, su dureza la que más desanima a sus posibles presas.
El Caracol: Es necesario romper la concha con delicadeza para sacar intacto el animalillo. Una concha triturada sin preucación no nos brindará más que la parte más carnosa, el pie, siendo el saco visceral, la parte más blanda, la que proporciona más picadas. La pesca con este cebo se practica con flotador plomeados entre 2 y 4 gramos. Se practica un cebado previo mezclando caracoles triturados con harina de cacahuete.
El Bígaro: Estos animales viven en colonias en las que cada individuo tiene su sitio por lo que jamás se debe esquimar todo un grupo en una sola recogida. La recolección de estos cebos se efectúa sin dificultad en las rocas de marea baja. Sin embargo evitaremos siempre arrasar con los bigaros haciendo claros en un determinado sector.
La Cañailla: Este gasterópodo es un perfecto cebo para nuestra jornada de pesca, también es un manjar para nuestra mesa, pero siempre nos podemos guardar un puñado de ellas para disfrutarlo en nuestro pesquero, para la pesca sobre todo mantener los jugos de la cañailla en el traslado, romper la cáscara con algo contundente e insertar la carne en una aguja de tita y luego atarlo con hilo elástico para que pueda aguantar nuestro lance.
LOS LAMELIBRANQUIOS
El berberecho: Probablemente uno de los bivalvos más presentes en las zonas costeras junto con el mejillón, el berberecho vive a escasa profundidad en la arena, sobre todo en los estuarios, las lagunas y en todos los pequeños canales que surcan las grandes playas. Un berberecho de buen tamaño es un cebo de calidad que puede tentar con éxito tanto a una lubina, como a un pez plano o a una dorada. Reiteremos que el tamaño del anzuelo debe ser proporcional al del cebo, emplearemos pues anzuelos finos, de pata larga nº1 al nº2/0 para insertar los berberechos grandes, y de pata corta nº4 al nº2 para los más pequeños.
La navaja: Su coloración varia desde un blanco amarillento al marrón. Vive oculto en la arena fina, entre los 50 y los 80 cm de profundidad por ello, a menudo pasa inadvertidos y no se da con el más que por casualidad. En los arenales, la navaja atrae a los más nobles de nuestros adversarios la lubina, el rodaballo, la dorada, la corvina y la corva. Por supuesto, esta lista no es ni mucho menos exhaustiva, ya que la mayoría de los esparridos, sargos y herreras entre ellos, son asimismo amantes de la navaja. Para ensartar una navaja entera, emplearemos un montaje de dos anzuelos en serie, ambos de numero 1/0 y separados por unos 10 cm, para ello sea hace pasar, con la ayuda de una aguja, el hilo del terminal a lo largo del cuerpo de la navaja.
El mejillón: Es una carnada olorosa y apta para casi todos los peces del litoral, pero tiene un fallo que hace que a menudo el pescador lo rechace para cebar sus anzuelos. Nos estamos refiriendo a su escasa consistencia. Una buena técnica para encarnar el mejillón entero consiste en forzarlo un poco con una navaja, deslizar el anzuelo dentro y dejar que se cierre de nuevo. Así conseguiremos una sujeción inmejorable. Para macizar la zona, arrojaremos unos cuantos puñados de mejillones, también vivos y enteros, alrededor de donde hemos lanzado el aparejo.
La almeja: Las almejas, como otros moluscos bivalvos viven enterrados en la arena, y tienen forma redondeada y concha dura. Se pueden ofrecer sin concha o con un trozo o una parte de ella e incluso entera, si pretendemos pescar doradas u otros grandes espáridos de molares poderosos, Podemos hacernos con este cebo rastrillando la arena durante la bajamar en la misma playa, o bien comprarlo en el mercado o la pescadería. Pero las almejas, quizá sea mejor comérnoslas que ponerlas de cebo pero, en fin, allá cada cual. Estos moluscos resultan especialmente atractivos presentados a fondo valiéndose de técnicas tales como el surfcasting. Lo mejor es presentarlos frescos, pero se prestan a distintos tipos de conservación sin perder demasiado. Así pues, podemos congelarlos o comprarlos directamente en conserva.
LOS CRUSTÁCEOS
Ermitaño: Este crustáceo figura en las primeras posiciones de la lista de mejores cebos; sin embargo, existen muchos aficionados que no lo conocen o simplemente, no lo utilizan. Este cangrejo debe ser encarnado comenzando por su blando abdomen, de manera que la punta del anzuelo salga finalmente por la cabeza, entre las patas. Su aspecto resulta poco agraciado de ahí que en muchos puntos de nuestra geografía es conocido vulgarmente como “caracol bruja”-, pero para los peces de roca, es deliciosos e irresistible. Constituye una carnada perfecta para pescar lábridos, espáridos y pequeños serránidos.
Los camarones: Este crustáceo nos recuerda a una quisquilla gigante y cabezona. Vive en la zona intermareal o medió litoral, al amparo de las oquedades y grietas que encuentra entre las piedras del fondo. De noche busca comida y se muestra más activo. Se pesca con redeños, reteles, nasas y otras trampas similares, cebadas con despojos de pescado. Es muy codiciado por la exquisitez de su carne, por lo que se le persigue con saña. El camarón o quisquillón es un magnifico cebo, pero muy poco empleado. La causa es, aparte de su relativa escasez, su enorme valor culinario, lo que le salva del anzuelo, pero lo empuja al puchero o a la parrilla, tanto da. Desde aquí, como lo cortés no quita lo valiente, mantendremos que es uno de los mejores cebos que podemos emplear en la pesca costera, pero que nunca se nos ocurriría darle este cometido.
El cangrejo: Es un cebo magnífico para la dorada y los grandes sargos cuando cebamos nuestros aparejos de surf casting y lanzamos en zonas de arena y fango. Para impedir que se entierre, algunos pescadores le arrancan las dos patas de atrás, aunque no estamos seguros de que esto funcione. Lo que sí es esencial es no presentarlo nunca en aparejos que trabajan a media agua. Es un animal de fondo y allí es donde debe estar y donde engañará al pez. Habita las zonas tildales frecuentemente escondido bajo las algas, bajo una roca o bajo la arena, enterrado muy poca profundidad. También es muy común en los estuarios de todos nuestros ríos.
La quisquilla: La quisquilla debe ser encarnada viva y entera (la cabeza, con sus antenas y sus ojos que brillan, es muy efectiva), comenzando por la cola, para situar la punta del anzuelo lo más cerca de la cabeza. Para conseguir el mejor encarnado, es conveniente acomodar la forma y tamaño del anzuelo a la talla de la quisquilla, de manera que no sobresalga nada, pero que tampoco quede parte alguna de su cuerpo sin su correspondiente porción de acero.